¿Cuál es tu máscara?
El eneagrama se basa en la idea de que desde que nacemos perdemos el contacto con nuestra esencia, nuestras cualidades, nuestro ser interior, aquello que en realidad somos. Sea como fuere, la realidad es que acabamos encontrándonos en una situación de ignorancia, de vacío, de no saber, de no controlar, y nos sentimos perdidos en un mundo que no comprendemos, algo que inevitablemente genera inseguridad, ansiedad, miedo al qué me pasará, miedo a lo desconocido, miedo a no ser aceptado, a no tener una buena vida. Por eso, desde el miedo damos el salto a construirnos una representación personal del mundo que nos rodea, y a la vez creamos una personalidad, una máscara falsa desde la que interactuar con ese mundo cuya realidad imaginamos.
En la infancia buscamos la forma de conseguir el amor de los padres (o de las personas que cumplieron dicho rol) en forma de afecto, reconocimiento, cuidados, aceptación, etc. De las nueve formas el niño se adapta a la que le da mejor resultado. Cada una de estas Nueve “Visiones” de ver el mundo se conocen con el nombre de“Eneatipos” y a cada uno le corresponde una “Pasión Dominante” o “rasgo principal” que gobierna nuestros actos, miedos y deseos más profundos, y una “Fijación Cognitiva”, es decir, algo que se nos quedó grabado en nuestra psiquis y que repetimos a cada rato, ya que creemos que nos dará resultado siempre (así como nos dio resultado de niños). Es una racionalización de la pasión. De esta manera, en vez de desarrollar ese rasgo o cualidad “bloqueada” lo que hacemos es desarrollar una “imitación” de él, un “actor con una máscara” que cumplirá cientos de representaciones a lo largo de nuestra vida adulta.
Paradójicamente la pasión, aunque es el motor del carácter, es el rasgo con el que menos nos identificamos ya que como hemos visto se reprime y en cambio la fijación será el formato que sea más sencillo de identificar. Una buena tarea es preguntarle a la gente que nos rodea cómo definirían nuestro carácter.
Las 9 Pasiones o Eneatipos y sus fijaciones son:
PASIÓN FIJACIÓN
1 La Ira Perfeccionismo
2 El Orgullo Falsa Abundancia
3 La Vanidad Autoengaño
4 La Envidia Falsa Carencia
5 La Avaricia Aislamiento
6 El Miedo Acusación
7 La Gula Autoindulgencia
8 La Lujuria Venganza
9 La Pereza Sobreadaptación
Una pregunta frecuente suele ser… ¿Cambia el carácter a lo largo del tiempo? La respuesta es NO. El tipo de personalidad se forja en la infancia y no cambia durante toda la vida, aunque sí existen grados de sanación del rasgo. El trabajo con el eneagrama, no pretende dejar de tener una personalidad sino de refinar la que se tenga para tener la posibilidad de elegir entre la estructura vieja que se tenía y esta nueva que se le presenta.
Por último, hacer énfasis en que el uso del eneagrama va más allá de la “etiquetación” y el juego fácil de asignar números, sino que es una filosofía profunda del conocimiento sobre uno mismo.
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